¿Por qué no recordamos nada de cuando eramos bebés?

¿Cuál es tu primer recuerdo? Seguramente tienes marcado en la cabeza el hecho y te puedes formar una imagen de qué pasó. Lo más probable es que tus padres lo recuerden, de una forma completamente distinta.

Los seres humanos no recordamos nuestros primeros años de vida, en lo que se llama amnesia infantil, y esta es aún más pronunciada cuando se trata de los bebés, ya que al crecer perdemos todo recuerdo sobre esa etapa de nuestra vida. Para Josselyn Sheena y Paul Frankman, todo está en el hipocampo y cómo este se desarrolla durante las diferentes etapas de la infancia.

La amnesia infantil

La ciencia siempre ha intentado saber porqué perdíamos nuestros recuerdos de la infancia temprana y, por más de un siglo se establecieron diferentes teorías. 

Se creyó que estaba relacionado con el lenguaje, pensando que al adquirir lenguaje seríamos capaces de retener recuerdos, pero eso fue descartado, ya que los animales tampoco recuerdan su primera etapa de vida.

Los bebés son capaces de percibir cosas y, a medida que crecen, aprenden comportamientos mediante la observación y repetición, lo que demuestra que sí son capaces de recordar ciertas cosas que se vuelven automáticas.

Pero ¿qué pasa con aquellos recuerdos que normalmente se quedan para siempre en nuestra mente? Hoy, una pareja de científicos canadienses cree tener respuesta para este centenario enigma.

El hipocampo es la sección del cerebro donde guardamos recuerdos inmediatos de lo que ocurre, y tiene una característica particular: es la única parte del cerebro donde se elaboran nuevas neuronas, las que sirven para ir guardando recuerdos. La producción de neuronas (neurogénesis), va disminuyendo con los años. En los primeros años de vida, la producción de neuronas es muy activa, pero los recuerdos guardados en ellas se diluyen ante la llegada de  oleadas de nuevas neuronas y las conexiones que se realizan entre ellas.

Una vez que la producción de neuronas por parte del hipocampo llega a niveles más bajos, ya pasados los primeros años de vida, los recuerdos que se almacenan en las neuronas del hipocampo se ordenan e hilan entre si.

Esto es muy importante, no sólo para entender el desarrollo del cerebro, sino también para aplicarlo en la medicina. Personas que pasaron por hechos traumáticos podrían beneficiarse de la inducción de la neurogénesis como forma de olvidar dichas experiencias.

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